martes, 21 de septiembre de 2010

Comparaciones odiosas

Todavía hace falta algún tiempo para las elecciones del 2011 y desde ya se empiezan a oír algunos nombres como posibles candidatos. Un caso particular que traigo a colación y que me causa cierta inconformidad es el del ex alcalde de Bogotá y miembro del Partido Verde, Enrique Peñalosa, quien desea lanzarse como candidato a la alcaldía de Bogotá por tercera ocasión.

Peñalosa recientemente concedió una entrevista a un canal nacional de televisión. Entre los temas que trató se encuentran sus aspiraciones a ser candidato del partido al que pertenece a la alcaldía de Bogotá, sus posibles contrapartes dentro del partido, la inconveniencia para la capital de construir un metro, las obras de la época de su alcaldía y su parecer acerca de su derrota en las pasadas elecciones.

Dentro de sus respuestas comentaba lo inoportuno que sería para Bogotá la construcción del metro, aduciendo que algunos estudios previos concluyeron que no era la mejor inversión para la ciudad, además que se construiría una sola línea de metro y hace una comparación con el metro de Londres que tiene diferentes líneas lo que en su perspectiva lo vuelve eficiente. También hace mención a que el dinero destinado a esta obra serviría para la construcción de arterias viales sobre las cuales se movilizaría el transmilenio, que en su percepción sería la solución futura a todo este embrollo de transporte público. Y por otra parte, en el ámbito de seguridad hace una comparación con Canadá, sobre el sistema tan organizado y efectivo que tienen, a diferencia de la actualidad en la capital.

Precisamente son estos puntos los que originan mi inconformidad y desconfianza, porque si bien es cierto que Bogotá es una gran ciudad y es la capital de Colombia, no entiendo qué cabida tienen algunas comparaciones a mi juicio bastante improcedentes con Londres y Canadá. ¿Cómo nace esta corriente de políticos que pretenden convencer a los ciudadanos con comparaciones fuera de lugar?

Tantos estudios, maestrías y doctorados que hacen nuestros políticos, algunos de ellos en el exterior, y se han olvidado de que la realidad colombiana y bogotana se encuentra aquí en el día a día, no en los libros de otros casos, ni en la implementación de teorías hechas para otras realidades.

Lo comento porque no es solo el caso de Peñalosa. Gina Parodi (quien ha desparecido de la escena política actual) también solía hacer comparaciones odiosas como las que menciono. Si desean ganar las elecciones y hacer una buena gestión, lo importante es ubicarse en el contexto nacional y en este caso particular en el contexto distrital. Es muy importante conocer la cotidianidad y los problemas reales de la gente del común, que son quienes votan y por ende a los que deben estar dirigidas las propuestas y las soluciones.

Puede que le resulte inconveniente la realización del metro a Peñalosa y a todos sus colaboradores verdes, pero ustedes ¿Son usuarios asiduos del servicio de transporte público? ¿Son de las personas que se trasportan a través de este servicio en horas pico? La respuesta es muy obvia. Y es que es muy fácil hablar de las situaciones en tercera persona, de lo importante y efectivo que ha sido, es y será el transmilenio cuando quien habla de ello no lo usa. Lo digo porque el metro además de ser una necesidad, es una deuda que tienen los gobernantes con los capitalinos.

Bogotá es como es y ninguna comparación la hará mejor o peor, pero las acciones si representarán grandes cambios en una ciudad a la que el último alcalde ha destruido por completo, no se sabe quién será el nuevo alcalde, lo que sí es seguro es que quien sea elegido será mejor que Samuel.

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