lunes, 17 de enero de 2011

Yo me uní por que quise, a mí no me pagaron

Hace ya algún tiempo que había abandonado este blog, sin embargo nuestro pintoresco país siempre nos ofrece interesantes temas para opinar, por lo que hoy he decidido retomarlo en un asunto cotidiano, pero que a su vez no deja de asombrarme.

Es bien sabido que en la política se manejan una serie de intereses particulares, a raíz de eso se hacen alianzas y ofrecimientos. El interés público siempre ha sido opacado por el interés privado y los vencedores en la mayoría de oportunidades llegan al poder a través de donaciones que deben ser retribuidas.

Hay muchos casos curiosos como el de la alianza entre el Polo y el partido de la U antes de que estallara el escándalo de la contratación en el distrito. Y digo antes porque luego de conocerse semejante situación, como buenos aliados los de la U salieron huyendo.

Otro caso que llamó mi atención y me inspiró a escribir nuevamente es el rumor de que el partido de la U y su líder político el ex presidente Uribe pretenden darle todo su apoyo a Peñalosa en la candidatura a la alcaldía de Bogotá, lo que al partido verde y a sus integrantes parece agradarles en gran medida.

Lo considero tan absurdo que no puedo contener mi indignación por un país en donde se pregona una cosa y se hace otra, con el fin de obtener votos y lograr el poder para luego rifar cargos públicos y pedir tajadas de contratos estatales.

Es tan incoherente que en la campaña presidencial el partido verde haya defendido la legalidad, la vida, la institucionalidad y la honestidad entre muchos otros valores morales y éticos y ahora para las elecciones de octubre a la alcaldía de la capital consideren la posibilidad de unirse a un partido con creencias y valores opuestos a los que ellos tanto difundían.

Lo que más crítica les generaba parece que por arte de magia ha desparecido, temas como la compra de votos, el escándalo de AIS, el enriquecimiento de familiares y amigos a costa del estado, los falsos positivos y las chuzadas, entre muchas otras formas de obrar de la anterior administración nacional parece que no causan asomo alguno de desaprobación en un partido que se mostraba como una alternativa a la típica politiquería colombiana.

Recuerdo la publicidad de artistas e intelectuales nacionales invitando a “cambiar” el país votando por Mockus, quien no ganó precisamente por no saber manejar el mundo de hipocresía que se mueve en la política. Ahora quien cambió fue Antanas, pero no al país sino de ideas. Supongo qué él y su partido decidieron al fin insertarse de lleno en el arte de recoger votos de cualquier forma, así sea renunciando a su integridad.

En la política colombiana es tan fácil cambiar de partido como cambiar de ropa, pero eso a nadie desconcierta. Sin embargo si se quiere pertenecer a este mundo se debe tener muy claro como es en realidad y no pregonar arengas objetando una conducta que tarde o tempano quien la rechazaba, la repetirá.

Ahora sí que Mockus y su equipo canten “Yo me uní por que quise, a mí no me pagaron”

Recomendados sobre este tema:

1. ¿Los verdes nos engañaron con la primavera? - http://www.semana.com/noticias-opinion/verdes-enganaron-primavera/150393.aspx

2. ¿Guiño de Uribe a Peñalosa? - http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo-245664-guino-de-uribe-penalosa


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